De Juan Carlos Olarte Rodríguez
Según un viejo relato, por esa época, un sabio griego llamado Tales de Mileto visitó Egipto. El faraón, quien estaba muy interesado en las medidas de las pirámides, le encomendó a Tales una importante tarea.
– Querido amigo, he escuchado que eres un gran sabio venido de Grecia y que tienes increíbles habilidades en el estudio de los objetos y sus medidas. Por eso quiero que nos digas cuál es la altura exacta de la Gran Pirámide – dijo el faraón.
Tales aceptó encantado. Estaba feliz de ver que su talento, por fin, estaba siendo reconocido. A lo largo de su vida había tenido que soportar las burlas de quienes consideraban que todas sus investigaciones y horas de trabajo estudiando las figuras, eran inútiles.
– De inmediato comenzaré a trabajar, faraón. Será un placer para mí poder servirle. Sólo necesito que me permita ir hasta la Gran Pirámide con algunos de sus hombres – respondió Tales. Así lo dispuso el faraón.
Cuando llegaron, Tales hizo dos marcas en el piso. La distancia entre ellas era igual a la longitud de su bastón. Luego apoyó el bastón en una de las marcas, Se paró junto a la Gran Pirámide y esperó. Sólo tenía que ser paciente y fijarse en el momento exacto en que el bastón y su sombra tuvieran la misma longitud. Los hombres del faraón estaban desconcertados. Parecía que Tales no estaba trabajando.
Sin embargo, cuando sus colaboradores ya estaban aburridos de tanto esperar, Tales de Mileto gritó emocionado:
– ¡Rápido, servidores del faraón, midan la longitud de la sombra de la pirámide! Luego regresen donde el faraón y díganle que esa es la altura de la Gran Pirámide.
¿Por qué Tales debía esperar a que el bastón y su sombra fueran de la misma longitud?. ¿Cómo sabía que midiendo la sombra conocerían también la altura de la pirámide?. Respondiendo a estos interrogantes es cómo conoceremos la forma en que logró solucionar la tarea encomendada por el faraón. De paso, la forma como dio a conocer lo que en la actualidad conocemos como el Teorema de Tales. Teorema de gran importancia para las Matemáticas y que fueron dadas a conocer gracias a Euclides ya que no se conocen escritos que haya dejado Tales.